SOS Racismo - SOS Arrazakeria

2011ko azaroaren 3an

•    La Audiencia Provincial de Bizkaia declara nulo el sobreseimiento que el 31 de marzo había decretado un Juzgado de Bilbao ante la denuncia de un ciudadano extranjero por posible detención ilegal.

•    SOS Racismo denuncia nuevamente el tiempo excesivo de las detenciones, especialmente en los casos de personas extranjeras y el uso de la detención como castigo.

•    Diversos colectivos realizaron una denuncia pública el pasado 17 de febrero, ante otro caso en el que también la Audiencia fallaba en contra del archivo de otra denuncia y mandaba investigar la posible comisión de un delito de detención ilegal.

•    Sos racismo de Bizkaia presenta unas jornadas sobre abusos policiales de carácter racista que tendrán lugar los próximos días 10 y 11 de noviembre en el Centro Cívico de San Francisco de Bilbao.

(Artículo de opinión enviado a los medios ayer, 25 de mayo)

Desde SOS Racismo venimos observando con preocupación el goteo constante de noticias que informan sobre operaciones policiales en las que se han desarticulado redes de trata de mujeres para fines sexuales, sin contar en cambio en qué situación quedan estas mujeres. Esta semana se han confirmado nuestras sospechas de que, lejos de protegerlas debidamente, incluso se las está persiguiendo.

Dice la noticia “Desmantelada una red de explotación sexual que utilizaba ritos de vudú” (El País, 24-05-2010), tras informar sobre la detención de 19 supuestos proxenetas: “Hasta 54 víctimas de la red fueron también arrestadas por los agentes por infracción a la Ley de Extranjería, al carecer de permisos de trabajo o residencia en España”.

No es algo nuevo que el Gobierno español anteponga la persecución a las mafias a la protección incondicional que merecen las víctimas. Ya denunciamos en su día que incluso el Plan Integral contra la Trata, que supone un importante avance para combatir esta forma de explotación, establece que sólo se protegerá a las mujeres que decidan (durante un exiguo periodo de reflexión) cooperar con las autoridades (o sea, denunciar a los proxenetas). Esto se ha incluido también en la nueva reforma de la Ley de Extranjería. Si nos parece inaceptable que se pongan condiciones a la protección de las mujeres, es más indignante aún que se las detenga anteponiendo su condición de inmigrantes irregulares a la de víctimas de explotación sexual.

Hoy, 17 de mayo, desde SOS Racismo queremos sumarnos al Día Internacional contra la homofobia, lesbofobia y transfobia. En primer lugar, porque las intolerancias no van cada una por un lado sino que comparten la misma base. El racismo, el sexismo y la homofobia se encuentran estrechamente unidos. En los tres casos se trata de que quienes pertenecen al colectivo que ha ostentado la supremacía machacan a quienes perciben como inferiores, promoviendo el odio a la diversidad.

Por otro lado, la homo-lesbo-transfobia añade un elemento de discriminación más a muchas personas inmigradas. En el caso de los gays y lesbianas es un elemento más que alimenta el racismo social y el miedo. Por ejemplo, ¿cómo atreverse salir del armario en el trabajo si un despido implica no poder renovar el permiso de residencia? En el caso de las y los transexuales además, se suma un elemento de racismo institucional: las limitaciones que impone la Ley de Identidad de Género, la cuál sólo permite el cambio legal de nombre y género de las personas con nacionalidad española. Si las transexuales femeninas se ven abocadas en su mayoría al paro y la prostitución, más aún las inmigrantes a las que, además de no poder cambiar su nombre y género de forma oficial, la Ley de Extranjería les impone trabajar en la economía sumergida durante al menos tres años.

Otra realidad sangrante es la dificultad de ser reconocida o reconocido como refugiado por persecución de género u orientación sexual, como viene denunciando CEAR. Aunque la nueva Ley de Asilo incluye este motivo, en unos tiempos en los que el derecho de asilo se deniega sistemáticamente, es una quimera que una persona que ha huido de su país por su identidad de género obtenga protección. Recordemos si no el caso de la camerunesa lesbiana a la que le fue denegada la solicitud de asilo porque el instructor consideró que no es creíble que una lesbiana se quede embarazada (como era su caso).

Hablamos de la realidad de las inmigradas porque la de la población gitana LGTB es directamente invisible. He encontrado dos webs que pretenden romper ese silencio: Gitanaslesbianas y Gitanosgays.

Por todo ello, desde SOS Racismo alzamos la voz a favor de la DIVERSIDAD con mayúsculas, incluidas la afectiva y la sexual, y os animamos a que os expreséis contra la homo-lesbo-transfobia en las calles, en actos como el que la koordinadora Transmarikabollo de Donosti convoca para esta tarde.

Los colectivos Asamblea de Mujeres de Bizkaia, Mujeres del Mundo, La Posada de los Abrazos, Sortzen y SOS Racismo Bizkaia nos hemos unido para organizar una mesa redonda el próximo 23 de abril bajo el título “Una crítica feminista a la Ley de Extranjería”. Contaremos con dos ponentes destacadas en el análisis de las migraciones con perspectiva de género. Norma Falconi, de la Plataforma Papeles para Todos y para Todas de Cataluña, hará un análisis feminista sobre las normativas de extranjería, las consecuencias de la última reforma para las mujeres y las luchas a favor de los derechos de las personas inmigradas. María Naredo, investigadora especializada en género e integrante de Amnistía Internacional se centrará en señalar las carencias relativas a la protección de los derechos de las mujeres inmigradas que detecta en el desarrollo de la Ley Integral Estatal contra la Violencia de Género.

No nos cansamos de repetir que la Ley de Extranjería es una norma injusta, ineficaz e inhumana. Pero también es una ley sexista, como toda aquella que no mide el impacto que tendrá sobre mujeres y hombres. Es esta ley la que confina a las mujeres migrantes a los nichos laborales más identificados con lo asignado a los roles tradicionales femeninos –las tareas de limpieza y los cuidados- y que son además los más invisibles y precarios. Las nuevas restricciones que introduce la reforma de la Ley de Extranjería afectan especialmente a las mujeres: por ejemplo, se limita la habitual estrategia de conciliación que consiste en reagrupar a la madre para que cuide de las hijas e hijos. Aunque la reforma se ha presentado como un paso adelante en materia de violencia machista, a las mujeres sin papeles lo primero que se les hace cuando van a denunciar es abrirles un expediente de expulsión, que queda congelado pero se reanuda si la sentencia no es favorable a la denunciante. Las dos ponentes profundizarán en estas reflexiones, y después habrá tiempo para un debate en el que compartiremos propuestas en clave feminista y antirracista. ¡Os esperamos!