Cada año, decenas de miles de hombres, mujeres, niños y niñas atraviesan México sin permiso legal, como migrantes irregulares. Más de nueve de cada diez proceden de Centroamérica, sobre todo de El Salvador, Guatemala, Honduras o Nicaragua
Ángel G. CHUECA SANCHO
Catedrático Acreditado de Derecho Internacional Público y Relaciones
Internacionales en la Universidad de Zaragoza. Director del Postgrado E-
Learning sobre Migraciones Internacionales y Extranjería.
Prólogo
La migración generalmente no tiene muy buena acogida por parte
de la prensa. Los estereotipos negativos que muestran a los migran-
tes como personas que “nos quitan el empleo” y “viven a costa de
nuestros impuestos” abundan en los medios de comunicación y en
la opinión pública, especialmente en épocas de recesión. Para otros,
la palabra “migrantes” puede evocar imágenes de personas en una
situación de máxima vulnerabilidad.
El Informe sobre Desarrollo Humano de este año, Superando ba-
rreras: movilidad y desarrollo humanos, pone en tela de juicio tales
estereotipos y busca ampliar y equilibrar las percepciones sobre la
migración con el fn de refejar una realidad bastante más compleja
y altamente variable.
El último informe anual de la red Migreurop -que coordina a más de 40 organizaciones de defensa de los derechos de las personas migrantes en 14 países- recoge el estudio de un aspecto bastante desconocido sobre el control migratorio a las puertas de Europa y el estado español: qué sucede con los polizones interceptados en barcos y puertos. Una realidad opaca y poco respetuosa con los derechos humanos, donde se dan acciones no siempre legales bajo la amenaza financiera de las aseguradoras.
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